La Sociedad Española de Medicina y Seguridad del Trabajo (SEMST) ha emitido sus recomendaciones para afrontar los riesgos derivados de las temperaturas extremas durante el verano de 2025.
El organismo recuerda que el calor supone un riesgo laboral significativo, especialmente en trabajos desarrollados al aire libre —como la construcción, la agricultura o el transporte—, así como en entornos industriales con elevada carga térmica.
Es muy importante que las empresas planifiquen los trabajos teniendo en cuenta las previsiones meteorológicas. Las tareas con carga física moderada o superior, si no se pueden posponer a próximas fechas, se deberán programar en las horas de menos calor y evitar que se realicen en solitario.
Durante todos estos días, se debe extremar el cumplimiento de las medidas preventivas, en concreto, asegurar una correcta hidratación de la población trabajadora, así como la posibilidad de adaptar el ritmo de trabajo y aumentar la frecuencia de los descansos, en zonas correctamente acondicionados.
Se recuerda la importancia de vigilar la aparición de síntomas previos al golpe de calor (mareos, calambres, desorientación, etc.), en especial en la población trabajadora vulnerable al calor.
Basándose en las guías oficiales de los Ministerios de Sanidad y Trabajo, así como en diversas campañas autonómicas, la SEMST propone una serie de medidas preventivas clave:
- Planificación de tareas: priorizar actividades de mayor esfuerzo en las horas más frescas de la jornada.
- Pausas regulares en lugares a la sombra o climatizados.
- Hidratación frecuente, con acceso a agua potable cercana.
- Ropa adecuada: ligera, transpirable y de colores claros, junto con EPIs adaptados al calor.
- Formación y sensibilización para que las personas trabajadoras sepan identificar los síntomas del golpe de calor y actuar de manera temprana.
- Vigilancia de la salud en colectivos especialmente vulnerables, como mayores, personas con patologías previas o quienes no estén aclimatados al calor.
La SEMST subraya que la prevención es esencial para proteger la salud de la plantilla y garantizar la continuidad de la actividad laboral en condiciones seguras. Además, anima a empresas y servicios de prevención a reforzar la vigilancia del estrés térmico e implantar protocolos de actuación inmediata en caso de emergencias relacionadas con el calor.