Incluimos las intervenciones que tuvimos, desde la SEMST y la AAMST, en el II Congreso Mundial de Empresas Saludables (23-27 mayo 2022).
Moderador
- Alfonso Prieto Cuesta. Presidente de la AAMST.
Participan
- Pedro González de Castro. Vocal de la AAMST.
- Pilar Niño García. Presidenta de la SEMST.
- Antonio Ares Camerino. Vocal de la AAMST.
- Manuel Vaquero Abellan. Vicepresidente de la AAMST.
PEDRO GONZÁLEZ DE CASTRO
Principales factores de riesgo cardiovascular.
1. ¿Qué son los factores de riesgo cardiovasculares y cuáles son los más frecuentes?
Son aquellas características biológicas y aquellos hábitos o estilos de vida que aumentan la probabilidad de padecer o de morir a causa de una enfermedad cardiovascular en aquellos individuos que lo presentan.
Los solemos dividir en modificables: la hipertensión arterial, la dislipemia, la diabetes, el tabaquismo, la obesidad, el sedentarismo, el estrés…
Y en no modificables: edad, sexo, antecedentes familiares…
Y siempre, pero de forma ineludible en nuestra especialidad, es muy importante considerar las condiciones de trabajo que pueden favorecer e influir en el desarrollo de patología cardiovascular, sin olvidar la inclusión en ellas de los factores psico-sociales
2. Importancia clínica de los mismos en la salud de los trabajadores.
Como dato llamativo decir que el 39% de las muertes por accidentes de trabajo durante la jornada laboral en España se relaciona con enfermedades cardiovasculares.
Continua aumentando la prevalencia de factores de riesgo cardiovascular metabólicos y de otras enfermedades crónicas: hipertensión arterial (19,8%), colesterol elevado (17,9%), obesidad (17,4%) y diabetes (7,8%), confirmando así la tendencia alcista observada desde 1993 y contribuyendo al incremento de la población que padece limitaciones y discapacidad funcional.
El 22,1% de la población de 15 y más años afirma que fuma a diario, el 2,3% es fumador ocasional, el 24,9% se declara exfumador y el 50,7% nunca ha fumado. La prevalencia de fumadores diarios continuó descendiendo, pero más lentamente. La caída es de 10 puntos desde 1993 hasta 2017.
Hay que tener en cuenta también los casos específicos como, por ejemplo, los vinculados a situaciones concretas de las mujeres: ovarios poliquísticos y diabetes, diabetes gestacional, etc.
Por último, es muy importante tener en cuenta que las enfermedades cardiovasculares comparten factores de riesgos con otros grupos de enfermedades, siendo el caso más significativo el de la patología oncológica.
3. ¿Cómo propone que debe ser la gestión de los mismos en el ámbito de la Medicina del Trabajo de cara al futuro?
Sin duda, de manera integral con el resto de los planes estratégicos de las empresas, siendo conscientes y consecuentes con el hecho de la identificación del valor humano como el de más importancia dentro de toda organización.
PILAR NIÑO GARCÍA
La Vitamina D como Factor de Riesgo Cardiovascular.
1. Vitamina D. ¿De vitamina a hormona?
La vitamina D es una vitamina que trabaja como una hormona.
El 90% de la vitamina D procede del sol y el 10% de la dieta. Ninguno de sus productos es activo pues necesitan el paso previo por 2 hidroxilaciones, hepatica y renal, respectivamente, para ser activos.
La principal función de este complejo hormonal es la regulación del metabolismo mineral óseo; el déficit de vitamina D favorece la fragilidad ósea, la osteoporosis y una peor respuesta a los fármacos antiosteoporoticos, incluso déficits severos pueden llevar a raquitismo en niños y osteomalacia en adultos.
El sistema hormonal de la vitamina D también modula la expresión de gran cantidad de genes que regulan diferentes funciones biológicas relacionadas con el sistema inmune innato y adaptativo, el sistema cardiovascular, el páncreas endocrino…..por este motivo la Hipólita inoska D se ha relacionado con una mayor predisposición a desarrollar ciertas enfermedades autoinmunes, infecciosas, cardiovasculares, metabólicas….
Es importante realizar un cribado selectivo en población activa orientado a personas con riesgo de déficit de vitamina D (Síndrome de de mala absorción, EII, Celiaquia,…).
La detección analítica de vitamina Des una prueba fácil, económica, sin ningún tipo de contraindicación, que debería considerarse su realización en las empresas por el beneficio que puede producir a nivel de promoción de la salud de los trabajadores.
Los niveles normales de vitamina D comprenden entre 30-100ng/ml.En caso de dar tratamiento con vitamina D, se trata de una intervención segura, no tiene prácticamente efectos secundarios y no tiene ningún efecto limita te en la conducción o manejo de maquinaria pe, para nuestros trabajadores.
2. Déficit de vitamina D, biomarcadores de inflamación e HTA
El déficit de la vitamina D se ha relacionado en múltiples estudios con el aumento de las cifras de presión arterial. Un incremento en la actividad del sistema-renina-angiotensina-aldosterona, la disfunción del endotelio, las alteraciones en la homeostasis del calcio, el aumento del estrés oxidativo y la disminución de la síntesis de PG, parecen ser los principales mecanismos fisiopatologicos involucrados en los pacientes con déficits de vitamina D y aumento de la presión arterial.
El uso de suplementos de vitamina D parece reducir el riesgo a la progresión de la HTA y existen múltiples estudios que demuestran que puede ser una buena alternativa en los pacientes con niveles bajos de esta vitamina.
Por otra parte, también muy importante para la práctica clínica, el déficits de la vitamina D se ha relacionado con el fallo de la terapéutica anti hipertensiva y debe continuar evaluándose la efectividad del tratamiento hipotensos en pacientes con niveles bajos de vitamina D.
3. Sistema hormonal D y diabetes
Entre las funciones no esqueléticas de la vitamina D, una de las más importantes es su implicación en la homeostasis de la glucosa; es un campo que está en constante evolución y con estudios y ensayos clínicos que deben aportar muchos datos y conclusiones.
Si bien esta ya suficientemente demostrado que personas con diabetes e hipovitaminosis D serian los que más se podrían beneficiar de la optimización de sus niveles de vitamina D. También existe correlación perfecta entre niveles aumentados de vitamina D y su relación con la normalización de los niveles de DM postpandrial.
Podemos concluir que la deficiencia de vitamina D es un factor de RCV y que la suplementacion con vitamina D puede mejorar significativamente los resultados cardiovasculares, necesitando más estudios clínicos para garantizar que la corrección de la deficiencia de vitamina D puede contribuir a la prevención de la enfermedad Cardiovascular.
ANTONIO ARES CAMERINO
Factores de riesgo cardiovascular en la vigilancia de la salud.
1.¿Qué condiciones de trabajo pueden ser consideradas como un factor de riesgo cardiovascular?.
La LPRL (1995) y su extenso desarrollo normativo se ha centrado fundamentalmente en la detección y control de los considerados riesgos físicos, químicos y biológicos en el lugar de trabajo. Los factores de riesgo relacionados con la ergonomía y la psicología aplicadas al medio laboral, dado que sus instrumentos de medida son más imprecisos y complejos, aparecen siempre en segundo lugar.
Es de destacar que determinadas patologías, claramente relacionadas con estos riesgos, requieren demandas por parte de los trabajadores afectados y sentencias judiciales para que se les pueda reconocer un derecho contemplado en la norma.
El 26% de la población laboral española considera que su trabajo es estresante o muy estresante. Estudios relacionan el estrés y la aparición de patologías cardiovasculares (HTA, angor, infartos, AVCA, …)
La pandemia y el teletrabajo han venido a plantear un escenario distinto en las relaciones laborales, donde lo invisible y el no saber diferenciar hogar de oficina y ocio de jornada laboral, han supuesto un riesgo psicológico añadido que no estaba contemplado en las evaluaciones de riesgo. Según datos de la Fundación Española del Corazón, el 43,6% de los accidentes laborales con resultado de muerte son como consecuencia de IAM o de ACVA. Como elementos considerados factores de riesgos modificables se constata que el 41,9% de la población trabajadora no hace ejercicio físico y que el 34,3% desempeña un trabajo totalmente sedentario. Eso, unido a hábitos alimenticios que huyen del consumo de frutas y verduras, confirma un patrón de RCV que puede ser controlado desde el ámbito laboral (pausas de descanso, lugar donde se pueda comer comida casera, fomento de dietas saludables, fomento de ejercicio físico, etc.)
2. ¿En la Vigilancia de la Salud, se contemplan los FRCV?
El Ministerio de Sanidad tiene establecidos 21 Protocolos Específicos de Vigilancia para la población trabajadora. Los riesgos contemplados van desde el ruido, al adenocarcinoma de fosas nasales en trabajadores de la madera, agentes anestésicos inhalatorios, silicosis, posturas forzadas, movimientos repetitivos de MS, dermatosis laborales, óxido de etileno, radiaciones ionizantes, etc.
Prácticamente la totalidad de los Protocolos incluyen una anamnesis detallada, con antecedentes familiares, personales y hábitos, y una exploración física, en la que se contemplan: peso, talla, frecuencia cardíaca y tensión arterial.
Con sólo esos datos ya podríamos establecer los factores de riesgos cardiovasculares de nuestra población trabajadora.
El ECG sólo se incluye a los trabajadores mayores de 40 años con Posturas Forzadas y Movimientos Repetitivos de MS.
En algunos Protocolos de indica como pruebas complementarias una “analítica sistemática de sangre y orina” sin especificar los parámetros a medir.
En el de Radiaciones Ionizantes se especifica entre los parámetros bioquímicos a detectar: glucemia, colesterol total, HDL, LDL y triglicéridos.
En el de Ruido se dedica un apartado a considerarlo como un riesgo para las enfermedades cardiovasculares, pero se descarta su evaluación al “no existir evidencia científica suficiente”.
Sólo con conocer la edad, el sexo, la TA y el consumo o no de tabaco podríamos aproximarnos a establecer el Riesgo Cardiovascular. (Guía para la Prevención del Riesgo Cardiovascular. European Heart Journal 2021) Riesgo SCORE y SCORE 2.
Desde aquí proponemos que exista un Protocolo General de Vigilancia de la Salud en el que se contemple una analítica sistemática de sangre y orina, en la que dentro de la bioquímica se incluya, por lo menos, glucemia, colesterol total, HDL, LDL y triglicéridos.
La vigilancia de la salud en la normativa de prevención de riesgos laborales (NTP 959, 2013) no especifica contenidos generales de patologías comunes en los Reconocimientos y se remite a los Protocolos Específicos.
3. ¿Cómo puede influir el progresivo aumento de edad de jubilación, por encima de los 65 años de edad, en la mayor prevalencia de los FRCV entre la población laboral?.
En 2027 convivirán dos edades legales de jubilación: la de 65 años, para los trabajadores que tengan carreras de cotización superiores a los 38 años y seis meses, y la de 67 años para los que no hayan logrado alcanzar esta cifra. O más tarde, para los que deseen seguir trabajando para mantener sus ingresos
La jubilación a los 65 años se estableció en España en el año 1919 con la creación del Retiro Obrero Obligatorio (gestionado por el Instituto Nacional de Previsión y destinado a asalariados de entre 16 y 65 años de edad). Los expertos abogan por una revisión de la misma por dos motivos. Uno por el aumento de la esperanza de vida de la población y otro por las capacidades perdidas de un colectivo todavía apto para el desempeño de sus funciones laborales una vez cumplidos los 65 años.
Formar e informar a los trabajadores en materia de seguridad, salud y prevención.
- Asegurar chequeos de salud regulares a partir de los 45 años y antes para quienes tienen trabajos pesados, incluyendo investigación sobre el sistema musculoesquelético y factores de riesgos de las enfermedades más prevalentes relacionadas con la edad.
- Realizar exámenes regulares de habilidad y capacidad para el trabajo, con énfasis especial en la identificación de la habilidad suficiente o no para el trabajo diario. Estos reconocimientos harían posible identificar los primeros signos y síntomas de decremento de la habilidad para el trabajo, dando lugar a una rehabilitación y toma de medidas oportunas tempranas.
- Reforzar el papel del médico del trabajo.
- Formar a los médicos del trabajo en la práctica de la negociación de la organización de los puestos de trabajo.
- Flexibilizar el tiempo de trabajo y la edad de jubilación; reducir el horario de trabajo a partir de los 60 años, aumentar las vacaciones o permisos, establecer jornadas o semanas laborales más cortas.
- Adaptar las condiciones de trabajo a las características de los trabajadores.
- Adopción de descansos de forma novedosa; minidescansos de cinco minutos cada media hora; es absurdo que los de 25 años y los de 55 años tengan los mismos descansos.
Desde el punto de vista de los FRCV la edad, junto con el sexo y los antecedentes familiares, son los no modificables.
4. Dada la alta prevalencia y el progresivo aumento de los FRCV en la población adulta de nuestro país. ¿Sería prioritario establecer programas específicos para su control y prevención en el medio laboral?
La Organización Mundial de la Salud sobre la Medicina del Trabajo como “la especialidad médica que, actuando aislada o comunitariamente, estudia los medios preventivos para conseguir el más alto grado posible de bienestar físico, psíquico y social de los trabajadores, en relación con la capacidad de estos, con las características y riesgos de su trabajo, el ambiente laboral y la influencia de este en su entorno; así como promueve los medios para el diagnóstico, tratamiento, adaptación, rehabilitación y calificación de la patología producida o condicionada por el trabajo”.
Organismos internacionales y nacionales, identificnr siete grupos de competencias más importantes: 1) enfermedades profesionales, accidentes de trabajo y enfermedades relacionadas con el trabajo: clínica y tratamiento de estas enfermedades, 2) marco normativo de salud y trabajo, 3) aptitud laboral e incapacidades, 4) riesgos laborales: identificación, evaluación y control, 5) promoción de la salud en el lugar de trabajo, 6) vigilancia epidemiológica en el lugar de trabajo, y 7) planificación y evaluación de programas salud en el lugar de trabajo.
La Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía publicó en el año 2015 un Manual de Competencias del Médico del Trabajo.
- Promoción de la salud, prevención y atención comunitaria. (Educación para la salud, consejo sanitario y medidas de prevención. Fomentar la cultura preventiva y la creación de entornos laborales saludables. Participación activa de los trabajadores como protagonistas de su salud. Participación en programas de salud en relación con patologías comunes más prevalentes).
- Atención al individuo y su familia.
- Gestión de los procesos asistenciales integrados.
Desde los Servicios de Salud Laboral se deben establecer Programas específicos para la Prevención, tanto primaria, secundaria como terciaria, de las patologías más prevalentes en el entorno donde vive la población trabajadora. Dada la alta prevalencia de los FRCV estos programas estarán destinados a:
- Inculcar hábitos de vida cardiosaludable (Alimentación, ejercicio físico, tabaco, alcohol).
- Diagnóstico precoz de FRCV (HTA, Hiperlipemias, diabetes, etc).
- Control y seguimiento de patologías cardiovasculares.
- Reinserción y adaptación de las condiciones de trabajo de pacientes con patologías cardiovasculares.
5. ¿Se podrían establecer Programas de Colaboración entre los Servicios Públicos de Salud (Atención Primaria y Atención Especializada) y los Servicios de Salud Laboral para la Prevención Primaria y Secundaria de los FRCV?
La colaboración entre los SSL y el SPS sería fundamental para establecer Programas de Prevención de los FRCV. Los centros de trabajo son lugares desde donde se puede realizar Prevención de FRCV.
La información de la que se dispone en los SSL puede ser de mucha utilidad para establecer estrategias de prevención de FRCV si existiera una colaboración sobre todo con Atención Primaria. La Vigilancia de la Salud y el conocimiento de la salud integral del trabajador pueden ser de gran utilidad para establecer prioridades a la hora de realizar actuaciones de promoción de la salud.
MANUEL VAQUERO ABELLÁN
¿Cuáles son los Estilos de vida y hábitos cardiosaludables en la empresa?.
Los estilos de vida individuales son uno de los mayores condicionantes sobre el estado de salud de la población.
Adoptar estilos de vida saludables podría reducir la mortalidad global hasta en un 4,3%.
La promoción de la salud en la adquisición de hábitos de vida saludable conduce a ganancias de salud a un coste mucho más bajo que lo que supone el tratamiento médico de cualquier grupo de alto riesgo y de las enfermedades cardiovasculares.
Se puede Implicar a las personas en el cuidado de su salud y especialmente en el control de sus factores de riesgo CV (serían: el papel del autocuidado y del paciente activo). Y también Potenciar entornos y condiciones de trabajo óptimas para reducir los efectos adversos que ocasionan las enfermedades CV a nivel individual, familiar, empresarial, etc.
Entre las Recomendaciones frente a Estilos de vida – factores modificables:
- Pérdida de peso
- Práctica de ejercicio aeróbico regular (p.ej., al menos 30min de ejercicio dinámico moderado 5-7 días a la semana),
- Reducción del consumo de sal (menos de 2g de sodio o 5g de sal)
- Reducción del consumo de alcohol (<14unidades por semana en varones y < 8 unidades por semana en mujeres) reducen las cifras de PA
- Dieta saludable equilibrada (dieta mediterránea o similares), con consumo elevado de verduras, legumbres, fruta fresca, pescado, nueces y ácidos grasos insaturados (aceite de oliva), bajo consumo de carne roja y grasas saturadas, y consumo de lácteos bajos en grasa.
Se recomienda el cálculo del riesgo cardiovascular a todos los adultos de 40 años o mayores que no tengan una enfermedad cardiovascular o que, por sus características, no sean de alto riesgo, mediante algún sistema validado, como el SCORE (hasta los 65 años) o REGICOR (hasta los 75 años).
En qué consiste un programa de empresas cardiosaludables
Un programa de empresa saludable tiene como objetivos: disminuir la incidencia de patologías cardiovasculares entre los trabajadores; fomentar la adopción de hábitos de vida saludables y, de carácter organizacional, obtener un reconocimiento social.
El programa de empresas saludables se centra en cinco grandes áreas :
- actividad física,
- nutrición,
- ayuda contra el tabaquismo,
- control del estrés laboral y
- actuación sobre los factores de riesgo cardiovascular (colesterol, hipertensión, obesidad, diabetes).
Intervenciones cardiovasculares en programa de empresas saludables :
Centradas en el control de riesgo cardiovascular
- Detección Precoz.
- Estratificar el riesgo CV
Centradas en los entornos de trabajo.
- Prevención de riesgos CV: estrés / exigencias físicas
- Espacios de salud: Instalaciones / Comedores
- Prevención muerte súbita: Cursos RCP/DEA (Cardioprotegido)
Centrados en factores organizacionales
- Planes comunicación: Sensibilizar, informar, divulgar
- Planes apoyo trabajadores con enfermedades CV
- Intervención educativa /estilos de vida
Los programa de empresas saludables se han mostrado efectivos (OMS), ya que: modifican conductas de modo de vida, como mejorar la actividad física, los hábitos alimentarios y de consumo de tabaco; mejoran los resultados relacionados con la salud, como la reducción del índice de masa corporal, la reducción de la presión arterial y la reducción de otros factores de riesgo de cardiopatías; facilitan cambios a nivel de la organización, como la reducción del absentismo laboral.