En relación con los trastornos hipertensivos en el embarazo debemos prestar especial atención a la aparición de síntomas de alarma de preeclampsia y, en caso de aparición, acudir al servicio de urgencias hospitalarias. Se ha de realizar un control ambulatorio que consistirá en medición de la presión arterial y proteinuria en orina.
El riesgo de recurrencia de preeclampsia es del 16%, llegando hasta el 33% si fue una preeclampsia precoz.
Los trastornos hipertensivos del embarazo conllevan un mayor riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular en el futuro, en especial HTA. Respecto al riesgo de enfermedad renal crónica las pacientes con preeclampsia durante el embarazo una vez dan a luz presentan cifras normotensionales y ausencia de albuminuria en orina. En el caso de persistencia de proteinuria a las 6-8 semanas tras el parte se debe realizar una nueva a los 3 meses, y de confirmarse deberá ser evaluada por el nefrólogo.